Maurelio Huaraca Sánchez nació el 20 de enero de 1968 en el distrito la Quinua – Moya – Ayacucho. Sus padres son Alejandro Huaraca y Juana Sánchez y son una familia numerosa de 11 hermanos. Desde niño, por necesidad de jugar y por la carencia de juguetes, se los creaba de arcilla, y de aquí nació su amor por la artesanía. También ayudaba a su abuelo en la chacra, quién era un gran artesano que se dedicaba a hacer cosas utilitarias para su mismo uso y para el trueque con diferentes pobladores lejanos. A los doce años Maurelio comenzó a trabajar en la artesanía con un amigo en su pueblo. A los quince llegó a Lima por problemas de terrorismo en su región. Sus hermanos ya radicaban en Lima y se ayudaron a salir adelante. Empezó a trabajar con el señor Emiliano Orellana en Chorrillos, quien le ayudó a perfeccionarse en la artesanía. En el año 1988 llegó al pueblo de Lurín—o mejor dicho el desierto de Lurín, ya que solo encontraba tierra. Supo salir adelante junto con sus vecinos, y el desierto de Lurín se convirtió en una bella y limpia ciudad. En 1990 se casó con una gran mujer llamada Hilda, la que le dio tres hermosas hijas, Angie, Olga, y Romina, las cuales son la razón de su vivir, y por las cuales trabaja sin descansar. Fue progresando con la artesanía de crear juguetes, y ahora crea hermosos nacimientos, veleros, lámparas, y adornos de navidad que vende en Lima y hasta los exporta.